El líder se tuvo que esmerar para ganar en Hondartza frente a un equipo diezmado por las lesiones
49-83 es un resultado inapelable. Se registró en el partido entre el Hondarribia-Irun y el Ros Casares, un partido en el que las bidasotarras lo tenían virtualemente imposible ante el todopoderoso equipo valenciano pero en el que siempre dieron la cara. Y eso que Joan Albert Cuadrat tenía varias bajas en su plantel, porque a las de Jovana Rad y Helen Luz hubo que sumar la de María Revuelto, que volvía a la comperición tras ocho semanas de ausencia por lesión pero se resintió de sus molestias en el gemelo.
Tras unos minutos iniciales de igualdad (6-10), el Ros Casares puso la directa y ganaba 17-45 al descanso. El Hondarribia-Irun, con sólo un cambio, mantuvo el pulso en el tercer cuarto (18-18) y, ya agotado, perdió el último parcial por 14-20. En esos últimos minutos pudieron jugar tanto Amaia Etxeberria (cinco minutos, cuatro puntos), como Tamara Bravo.
La opinión de Cuadrat
Para Joan Albert Cuadrat, «tiene mérito provocar que el Ros Casares tenga que jugar en serio. Ellas han ganado algunos partidos por menos menos puntos de ventaja pero en partidos sin tensión. El domingo nosotros forzamos que el Ros Casares se tuviera que tomar el partido en serio».
Reconoce el catalán que la resistencia pudo tener efecto boomerang «quizás eso nos salió mal, porque en el momento en el que ibamos 6-10 en el minuto cinco y después tiene que pedir tiempo muerto, el Ros ya se pone las pilas. Y después nos pasaron por encima».
A pesar de los 34 puntos de desventaja, Cuadrat prefiere «que me gane el Ros por esa diferencia porque se toma el partido en serio, porque Ana le está apretando a Laia Palau y tiene que jugar a tope, porque Delisha Milton tiene que jugar 30 minutos, porque Erika De Souza sale eliminada por personales... que dejarme llevar y perder igualmente por 15 ó 20 puntos pero en un partido casi más amistoso que de competición. Provocamos tensión en el Ros y, a partir de ahí, ellas son más, más grandes y mejores».
Muchos balones perdidos
La clave de la amplia derrota estuvo en los dos primeros cuartos, que acabaron con sendos parciales de 8-23 y 9-22. «Tuvimos demasiadas pérdidas de balón en el primer tiempo. Sobre todo las directas, que dieron lugar a sus contraataques, fueron clave. Y también acusamos el poco acierto en triples (2 de 11). Sin María ni Helen perdemos a dos buenas tiradoras».
Hubo muchas pérdidas de balón, 31, pero también unos cuántos balones recuperados, 13, lo que demuestra la garra que mostraron las bidasotarras. Entre ellas destacó Ana Suárez, que está completando una gran temporada y que también fue de las mejores ante el equipo de su tierra.
Con el 17-45 del descanso, «lo más fácil era salir a dejar que pasaran los minutos, pero aparecimos en el tercer cuarto con ganas de hacer cosas, con ambición de jugar. Hicimos un parcial de 9-2 que hizo provocó el tiempo muerto del Ros Casares. En el minuto tres ellas estaban ya en bonus de tiros libres, algo que habíamos hablado de buscar, y que nos permitió ir más veces al tiro libre. Así, en el segundo tiempo metimos más puntos».
Cuadrat se mostraba satisfecho porque «llegamos a empatar el tercer cuarto a dieciocho, que está muy bien por la situación en la que estaba nuestro equipo y por el que teníamos enfrente, uno de los mejores de Europa».
Vuelve Anna De Forge
Finalmente, el Hondarribia-Irun ha acordado la renovación con Anna De Forge, que jugó los seis últimos partidos del año con contrato temporal. Con sus 15,5 puntos y 5,6 rebotes por partido y su actitud profesional, la estadounidense se ha ganado un contrato para lo que queda de temporada y para la próxima.
Este fin de semana hay Copa y De Forge, que llega a Hondarribia el sábado, volverá a vestir de verde el día 16 en la visita al Estudiantes.
Destacada. La base valenciana Ana Suárez
tuvo una gran actuación en defensa y en
dirección. :: DE LA HERA
06.01.10 - 03:04 -
Lo peor del partido fue que María Revuelto sólo pudo disputar los seis primeros minutos, ya que recayó de su lesión en el gemelo.
Cuadrat explica que «la lesión vuelve a ser en el mismo punto, pero las sensaciones no son tan malas como la vez anterior. Lo que los servicios médicos están intentando averiguar es qué es lo que provoca esas dolencias una vez que la jugadora está recuperada. Hemos sido muy conservadores en la recuperación, sin forzar el regreso a las canchas, y en los días anteriores había hecho entrenamientos perfectamente normales, en doble sesión y sin ningún tipo de problema».