BIDASOA
Made in Aspace
Treinta personas con parálisis celebral participan en un proyecto de comercialización de artículos de cestería
19.10.08 -
MARÍA JOSÉ ATIENZA
CON MUCHA PACIENCIA. El taller del Centro de Día de Aspace, en plena producción. /F. DE LA HERA
«Estas cestas están hechas a conciencia. Las hemos hecho nosotros, las personas con parálisis cerebral, una a una, con estas manos resbaladizas y con toda la dignidad que cabe. Queremos sentirnos útiles y participar en la sociedad, igual que lo haces tú. Las cestas tienen capacidad para muchas cosas. Nosotros también».
Esta es la leyenda publicitaria de la campaña con la que el centro irunés de Aspace está tratando de comercializar sus productos de cestería. Un grupo de 34 personas de Irun, Hondarribia, Errenteria, Lezo, Pasaia y Oiartzun, que padecen parálisis cerebral y trastornos afines realiza a diario este trabajo en el taller instalado en el antiguo hospital. El proyecto cuenta con la colaboración del departamento de Política Social de la Diputación Foral de Gipuzkoa y de Kutxa.
Experiencia positiva
El centro de Aspace en Irun tiene, desde hace años, varios clientes fijos y participa en ferias como la de Santo Tomás, realizando demostraciones en directo. Sin embargo, estos canales son insuficientes para dar salida a la capacidad de producción del taller, que en lo que va de año, ha elaborado 274 artículos.
Según explica Arantxa Baraibar, responsable del centro, la manufacturación y comercialización de las cestas ha resultado ser «una experiencia sumamente positiva para las personas que participan en ella, porque se ha revelado como un elemento fundamental para mejorar su autoestima. El trabajo no es el objetivo, pero trabajar con otros y para otros les estimula y hace que aprovechen sus capacidades, que normalicen su vida y, en muchos casos, que salgan del aislamiento o de la pasividad».
Gorka Calvo, un joven irunés al que solemos ver pedaleando por el paseo de Colón con su bicicleta adaptada, es el delegado de los usuarios del centro. Representa a sus 34 compañeros en las reuniones provinciales de Aspace . En el taller, se dedica «a hacer cestos pequeños de ordenación. Estoy contento con el trabajo», dice. El dinero que gane este año con la venta de los cestos irá destinado «a la bicicleta». Gorka no pierde la ocasión para reivindicar «carriles-bici por el centro de Irun».
Mari Paz Martín Camacho, también irunesa, se gastará el dinero «en ropa y en la peluquería». Ella se dedica «al lijado de cestería» y ahora está haciendo un cesto para lapiceros. Mari Paz acude diariamente al centro «muy contenta, porque los compañeros son como mi familia».
Esteban Lema, errenteriarra, está elaborando un cesto como el de Mari Paz. «Me gusta el trabajo, está muy bien. ¿Qué voy a hacer con el dinero? Pues, tomarme algo», dice.
Arantxa Baraibar subraya que al hablar de la campaña de comercialización «no hay que olvidar que detrás no existe un ánimo de lucro, sino un intento de hacer más visibles a estas personas y de incrementar su contribución a la sociedad. No podemos ofrecer precios competitivos, pero esperamos que la gente aprecie el valor de este trabajo, que sepa que su compra tiene un sentido».
CON MUCHA PACIENCIA.
El taller del Centro de Día de Aspace, en plena producción.
/F. DE LA HERA
