Iñigo aristizabal-hondarribia-diario vasco La lógica se pavoneó ayer en Hondartza y el Hondarribia-Irun perdió ante el Ros Casares por un 49-83 que pudo ser más abultado. El equipo valenciano ha sufrido más de una vez en la cancha hondarribitarra e incluso perdido, pero ahora la diferencia entre estos dos equipos es demasiado grande.
Por dos motivos: primero, porque el potencial de las naranjas no hace más que crecer de año en año. Ya lleva tres tripletes consecutivos en la competición nacional. Y, segundo, porque el Hondarribia-Irun no sólo es más modesto que hace tres-cuatro años, sino que, además, ayer tenía muchos problemas en forma de lesiones.
No estaban disponibles ni Rad ni Luz. Sí reapareció Revuelto, tras más de dos meses de ausencia, pero sólo disputó los seis primeros minutos. Con este panorama, a Cuadrat en el banquillo sólo le quedaba una jugadora y las canteranas Etxeberria y Bravo, que pudieron disputar los últimos cinco y tres minutos, respectivamente, cuando el partido languidecía.
Así, por si la diferencia entre los dos equipos no era ya suficiente, las jugadoras locales se cargaron de minutos (40 Dapo, 38 Suárez, 37 Bavendam, 32 Quintero...), mientras que ocho jugadoras contrarias dsiputaron entre 19 y 23 minutos, salvo Milton Jones, que aprovechó los 29 minutos en pista para anotar 23 puntos y sumar 31 de valoración.
¿Cómo parar al ogro?
Comentadas todas las circunstancias es más fácil entender un partido en el que el Ros Casares enseñó sus garras en el primer tiempo, con parciales de 8-23 y 9-22 en cada uno de los dos primeros cuartos.
El 2-0 de Laura Nicholls fue la única renta local y, después del 4-5, se hizo de noche. Tanto daño hacían la agobiante defensa como un letal ataque. Por no hablar de los numerosos contraataques que dibujó el equipo visitante . Tras anotar el 6-10, Revuelto se sentó para siempre en el banquillo y el Ros hizo un parcial de 0-10, alargado hasta el 2-18 aprovechando que las locales se pasaron siete minutos sin anotar más que de tiro libre. La apisonadora siguió funcionando a pleno rendimiento y, con canasta de todos los colores, robos de balón, asistencias y rebotes, dejó el partido sentenciado para el descanso, con un elocuente 17-45.
Sobró el segundo tiempo, en el que las bidasotarras quisieron mantener un pulso con el Ros Casares, que aflojó la marcha, pero no demasiado, ya que su apetito es proporcional a su calidad. Lo podrá demostrar el próximo fin de semana en la Copa.
HOND. IRUN 49 ROS CASARES 83
Hondarribia-Irun: Ana Suárez (4), María Revuelto (2), Amra Dapo (13), Laura Nicholls (4), Katja Bavendam (11) -cinco inicial- Tania Quintero (7), Candy Navarro (4), Amaia Etxeberria (4) y Tamara Bravo. TL: 15-20 (70%), T2: 14-33 (42%), T3: 2-12 (17%). Rebotes: 20 y 7. Balones perdidos: 31. Recuperados: 13. Asistencias: 5.
Ros Casares Valencia: Jana Vesela (2), Delisha Milton Jones (23), Laia Palau (12), Amaya Valdemoro (11), Erika De Souza (8) -cinco inicial- Belinda Snell (8), Elisa Aguilar (4), Anna Montañana (4) y Ljubica Drljaca (11). TL: 12-17 (71%), T2: 25-46 (54%), T3: 7-21 (33%). Rebotes: 25 y 10. Balones perdidos: 17. Recuperados: 21. Asistencias: 21.
Marcador cada cinco minutos: 4-10, 8-23; 12-38, 17-45 (descanso); 26-50, 35-63; 40-69 y 49-83.
Árbitros: González y Pombo, eliminaron por personales de De Souza (min. 36). |