Más de 500 vascos con discapacidad se han mudado a una vivienda protegida desde 2002

Fuente DIARIO VASCO
Fecha 21 AGOSTO 2007

SERVICIOS SOCIALES
Más de 500 vascos con discapacidad se han mudado a una vivienda protegida desde 2002
Las personas dependientes se quejan de que el Gobierno Vasco adjudica pisos que no son accesibles y que necesitan ser reformados. Se edifica una residencia adaptada por cada veinticinco VPO.
J. MUÑOZ

SAN SEBASTIÁN. DV. Un total de 531 ciudadanos vascos con discapacidad han obtenido una vivienda de protección oficial (VPO) adaptada a sus necesidades entre 2002 y 2006. Los pisos se han adjudicado a través de los sorteos de Etxebide, aunque otras personas han podido permutar su vivienda por otro inmueble con un ascensor adaptado a la silla de ruedas y con habitaciones más espaciosas. Según fuentes del Gobierno Vasco, el mayor número de adjudicaciones se registró durante el trienio 2002-2004, cuando 397 ciudadanos dependientes se mudaron a un piso protegido.La demanda disminuyó de forma sustancial en Euskadi durante 2005 y 2006, ya que entonces se contabilizaron 134 traslados de esas características. Pero eso no significa que se hayan construido menos viviendas para minusválidos, pues la Ley de Promoción de la Accesibilidad, aprobada en 1997 por el Parlamento Vasco, obliga a edificar una VPO adaptada por cada veinticinco. En el caso de las libres, la proporción es de una entre cincuenta.«Las personas dependientes o sus familiares intentan reformar primero el piso que ocupan. Sólo recurren a los sorteos de Etxebide cuando no tienen otra alternativa», explican en la Coordinadora de Personas con Discapacidad Física de Vizcaya (Fekoor), una entidad que recopila información sobre las ofertas de vivienda accesible.IngresosSegún indican en Fekoor, los requisitos para participar en el sorteo de una VPO adaptada no varían respecto a los demás pisos protegidos: el interesado debe carecer de un inmueble en propiedad y percibir unos ingresos anuales mínimos. No obstante, el Departamento de Vivienda ha rebajado el listón económico a los discapacitados, pues muchos de ellos no tienen empleo y reciben pensiones o ayudas. «Si se trata de una vivienda en alquiler, no necesitan acreditar ninguna cantidad», indica Sonia Samaniego, directora de Vivienda del Gobierno Vasco. «Para un piso en derecho de superficie, deben ingresar por lo menos 3.000 euros al año, con un máximo de 33.100 euros».Samaniego participa en el Consejo Vasco de Promoción de la Accesibilidad, un órgano al que también pertenece Fekoor. De ese foro partió en 2002 la idea de ampliar el colectivo de disminuidos que pueden aspirar a una VPO adaptada. Hasta entonces, los afectados debían tener, como mínimo, doce puntos de «movilidad reducida» con arreglo a una evaluación que realizan las diputaciones. «Ese límite se rebajó a siete puntos porque el anterior les parecía excesivo a los colectivos sociales», indicó.El Gobierno Vasco también ha modificado la normativa para que las VPO de 90 metros cuadrados se puedan dividir en menos de tres habitaciones si el inquilino es un discapacitado. Los constructores deben cumplir, además, normas muy detalladas sobre la anchura de las estancias, las dimensiones del baño y la disposición de la cocina. Y, sobre el papel, el piso debe entregarse al titular de forma que pueda realizar las adaptaciones específicas de su caso. «Por ejemplo, la instalación eléctrica debe estar preparada si el usuario necesita poner un elevador de persianas», explica Sonia Samaniego.Cambiar de opiniónNo obstante, los afectados se quejan al Ejecutivo autónomo de que muchas VPO que se adjudican como inmuebles adaptados, o más accesibles, necesitan en la práctica reformas que acarrean al inquilino costes adicionales. Fekoor advierte de que el problema no siempre reside en el propio inmueble, sino en su localización dentro de un municipio. «De nada sirve conseguir un piso adaptado, si el bloque de viviendas está situado en lo alto de una cuesta», resumen en la coordinadora. Algunos afectados piden al Gobierno Vasco que no les excluya de las listas de Etxebide cuando rechacen dos ofertas por ese motivo.Pero las críticas no responden sólo a cuestiones orográficas. También provienen de las permutas de pisos que promueve el Departamento de Vivienda. Esa fórmula puede resultar útil a la persona que se ve afectada por una minusvalía de forma repentina, a causa de un accidente o de una enfermedad; pero quienes se interesan inicialmente en el trato suelen mudar de opinión cuando les explican que, a cambio de su piso, no les entregan una VPO en propiedad, sino en derecho de superficie durante 75 años. «La mayoría se echa para atrás», reconocen en la coordinadora.El Departamento de Vivienda indica que las condiciones de las VPO son las mismas para todo el mundo, y que los discapacitados físicos no pueden recibir un trato diferente que el resto de los ciudadanos. «Todas las viviendas de protección oficial del Ejecutivo autónomo se adjudican en derecho de superficie», subraya Sonia Samaniego.De todos modos, las permutas no tienen que ser siempre definitivas. La persona discapacitada puede ceder su vivienda a la Administración autónoma durante un tiempo limitado y recibir otra más acorde a sus necesidades, sólo en régimen de alquiler. En ese periodo, su piso será puesto en arrendamiento a través del programa Bizigune. «Cuando concluya el plazo, podrá recuperar el inmueble», señala Samaniego.